Inicio ARTÍCULOSPor qué el tercer lugar será clave para la hospitalidad en 2026

Por qué el tercer lugar será clave para la hospitalidad en 2026

por Jaime Sanhueza Sanhueza
0 comentarios

El concepto de tercer lugar 2026 está transformando la forma en que las personas se reúnen y la manera en que la hospitalidad se adapta a nuevos ritmos sociales.

El valor del tercer lugar en 2026

En un mundo donde todo parece acelerarse, hay una tendencia silenciosa que, sin hacer ruido, está empezando a reordenarlo todo. No es un nuevo ingrediente. No es una técnica futurista. No es una moda efímera.

Es algo más simple y, a la vez, más profundo: la necesidad humana de volver a encontrarnos.

El Bacardi Cocktail Trends Report 2026 lo expresa con claridad. La sociedad se está moviendo hacia un tipo de vida social más consciente, más íntima y más real. Y en medio de este cambio aparece un concepto que, aunque no es nuevo, vuelve con fuerza renovada: el tercer lugar.

Un espacio que no es la casa ni el trabajo… pero que tampoco es la fiesta multitudinaria. Es ese punto intermedio, cálido y cotidiano, donde la conversación vuelve a sentirse como un acto importante.

Cuando lo digital se vuelve demasiado

Según el reporte, el 84% de los consumidores afirma que la tecnología ha vuelto menos personales sus interacciones. No sorprende. Vivimos pendientes de pantallas, notificaciones, mensajes interrumpidos. Y sin darnos cuenta, fuimos perdiendo algo básico: la presencia.

2026 está marcando el inicio de un movimiento global que busca recomponer ese equilibrio. No se trata de dejar la tecnología, sino de recuperar espacios que nos devuelvan al mundo físico, al gesto humano.

Aquí es donde el tercer lugar entra en escena.

Fotografía de Gustavo Fring

El resurgimiento del tercer lugar

El reporte identifica un patrón claro: la generación Z —y también muchos millennials— están refugiándose en cafeterías, bares pequeños, terrazas urbanas, librerías con barra y espacios culturales que combinan servicio, creatividad y comunidad.

Son lugares donde uno puede llegar solo y no sentirse extraño. Donde se puede trabajar, leer, conversar, celebrar algo pequeño o simplemente observar la vida pasar con un cóctel en la mano.

Estos espacios funcionan como un puente. Un punto de escape suave. Un “espacio neutral” para reconectar sin esfuerzo.

Y lo más interesante: tienen un impacto comercial enorme.
Los datos indican que estos terceros lugares están generando 19% más volumen de bebidas que los locales estrictamente nocturnos. Son lugares menos estridentes, pero más constantes.

La coctelería cambia de rol

En este nuevo ecosistema, el cóctel deja de ser un espectáculo y se transforma en un acompañamiento. No pierde importancia; cambia de función.

  • Ya no busca impresionar: busca acompañar.

  • Ya no interrumpe la conversación: la sostiene.

  • Ya no es un evento en sí mismo: es parte de un ritual social más amplio.

El Bacardi Cocktail Trends Report 2026 insiste en que los consumidores quieren bebidas que dialoguen con su ritmo, no que lo dominen. Por eso los tragos con bajo contenido alcohólico, los cócteles de tarde, los spritzes delicados y las preparaciones “para compartir” están en su mejor momento.

La tendencia no es beber más, sino beber mejor.
Con más intención. Con más identidad. Con más humanidad.

Nuevos formatos de encuentro

El reporte menciona ejemplos que están creciendo con fuerza en distintas ciudades del mundo:

Clubes de lectura con coctelería

Reuniones donde leer en silencio se mezcla con un spritz creativo.

Game nights y juegos de mesa

Mahjong, cartas, trivias. Lo analógico vuelve como excusa para conversar.

Coffee clubbing

Sesiones con café, música suave y cócteles ligeros que llenan las tardes.

Barras íntimas y experiencias guiadas

Mesones de 8 o 10 personas donde bartender y comensales comparten algo más que un servicio.

Eventos con propósito

Talleres, actividades culturales, arte en vivo, encuentros solidarios.

Todos comparten un rasgo: la búsqueda de conexión real.

Fotografía de Pavel Danilyuk

Una oportunidad para la industria

El regreso del tercer lugar no es solo un fenómeno social:
es una oportunidad estratégica para bares y restaurantes.

Los operadores que lo entienden están:

  • ampliando horarios hacia la tarde

  • creando cartas más ligeras

  • diferenciando ambientes según el momento del día

  • diseñando experiencias pequeñas pero significativas

  • fortaleciendo la figura del bartender como anfitrión

  • incorporando propuestas culturales

  • explorando alianzas con cafés, galerías y librerías

  • construyendo comunidad, no solo clientela

Y en Latinoamérica, este movimiento tiene un potencial enorme.
Chile, por ejemplo, tiene una cultura natural para esto: sobremesas largas, cafés como punto de encuentro, terrazas activas, bares que funcionan desde temprano.

La voz humana detrás del servicio

El tercer lugar funciona porque recupera algo esencial: la posibilidad de sentirnos vistos. No como clientes, sino como personas.

Y eso requiere una hospitalidad distinta. No solo técnica, sino emocional.

El bartender —o el barista, o el dueño del bar— se convierte en un facilitador de espacios. En alguien que lee la energía del lugar, que sabe cuándo intervenir y cuándo dejar fluir. Alguien que entiende que la coctelería no es solo producto: es cultura, identidad y conversación.

También te puede interesar

Deja un comentario

SUSCRIBETE EN REVISTA CLÁSICA

Suscríbase a nuestro boletín para conocer las últimas noticias ¡Mantengámonos actualizados!