Carolina Díaz, más conocida en Instagram como la Barwoman, es una talentosa bartender chilena que ha encontrado en estos momentos su hogar en México. Su historia es una mezcla de valentía, pasión y resiliencia, características que la han llevado a destacar en la vibrante escena de la coctelería mexicana. En nuestra reciente entrevista, Carolina compartió con nosotros detalles íntimos y emotivos sobre su viaje, su adaptación y sus nuevos proyectos, dejando ver una profunda humanidad y esperanza en cada respuesta.

«Uff! La verdad es una larga, caótica y bonita historia», comienza Carolina, recordando lo que la motivó a cambiar de país, directamente desde Chile a México. Fue una combinación de su deseo de explorar nuevas ciudades y una propuesta de trabajo inesperada. Apoyada por su círculo cercano y sus antiguos jefes, decidió aceptar este desafío como una oportunidad que la vida le presentaba. «Aceptar un desafío que si estaba llegando a mi vida, era por alguna razón», reflexiona.
La influencia de la cultura mexicana en su trabajo ha sido inmensa. En los últimos 19 meses, México ha transformado su visión del bar y reafirmado su compromiso con los clientes. «Hoy más que nunca reafirmo que hago cócteles para mis clientes, para aquellos que sostienen de pie el bar», dice Carolina, destacando también cómo este cambio cultural la ha hecho valorar aún más sus raíces chilenas.
Carolina se muestra humilde cuando se le menciona su éxito en México. «Pienso que aún falta en el camino del éxito, pero allí voy, paso a paso», comenta. Ha tomado cursos sobre comunicación efectiva y manejo de la pérdida de la fuerza interna, ya que las redes sociales suelen mostrar solo el lado hermoso de su trabajo, dejando fuera las lágrimas, lesiones y frustraciones que también forman parte de su vida.
Actualmente, Carolina trabaja como Represent Sales para la marca de mixers alemana Thomas Henry. Además, promueve un proyecto llamado «Hospitalidad consciente», enfocado en la educación sobre el bienestar físico y emocional de los profesionales de la hospitalidad. «Me encantaría que los profesionales de la hospitalidad sean hospitalarios con su bienestar», explica, subrayando la importancia de la felicidad y el bienestar personal para ofrecer un buen servicio a los demás.
Para Carolina, la principal diferencia entre las escenas cocteleras chilena y mexicana radica en la exposición y el orgullo por los productos locales. Admira la preparación y el estudio que los bartenders mexicanos dedican a sus ingredientes nacionales, algo que siente falta en Chile. «En México, la brillante capacidad de hacer lucir cada uno de los productos mexicanos con orgullo y estudio es admirable», añade.
Carolina ha sido anfitriona de importantes eventos, como Barra México y los Shaker Awards. «Me super emocioné cuando recibí la invitación, no lo podía creer», confiesa. Estas experiencias la han impulsado a mejorar y a desarrollar nuevas habilidades, desafiando siempre sus límites. «Es bonito saber que siendo barwoman, puedo desarrollar otras habilidades», dice con orgullo. «A veces o la mayoría de las veces hago cosas nuevas con mucho miedo e inseguridad, pero también en mi mente está: Caro, es posible que seas la primera, pero ya no serás la última, y eso es muy bonito de sentir, porque me gusta pensar que estoy abriendo una puerta para que alguien más se atreva.»

Al establecerse en México, Carolina Díaz ha enfrentado numerosos desafíos, principalmente debido a la burocracia y el complejo proceso migratorio del país. Trabajar en la industria de la coctelería sin la documentación adecuada, como una carta de invitación, ha sido uno de los mayores obstáculos desde que dejó su relación laboral con Limantour. Además, cada decisión legal y financiera podría tener serias consecuencias, lo que requiere extrema precaución. La calidad de vida también ha sido un reto, con los altos costos de alquiler en CDMX y el acceso complicado a la salud pública. Sin embargo, Carolina ha decidido enfocarse en lo que la hace feliz y aprender de estas experiencias, manteniendo una perspectiva positiva y equilibrando las dificultades con su crecimiento personal y profesional.
Carolina define su estilo personal detrás de la barra como una mezcla de lo clásico con su propia esencia única. Ha desarrollado una personalidad extrovertida en su entorno laboral, a pesar de ser más reservada en su vida personal. Su enfoque se centra en estudiar los cócteles clásicos, los vinos y el paladar de sus clientes, considerando su cultura y motivos de visita. Carolina se esfuerza por ofrecer una experiencia única, incluso si solo se trata de un refresco, asegurándose de que cada cliente se sienta especial y conectado. Es una apasionada del protocolo, las palabras cordiales y la creación de experiencias memorables.
La llegada a México fue mágica para Carolina, ya que tuvo la oportunidad de trabajar con José Luis León, quien la inspiró a explorar nuevas técnicas e ingredientes. Ha aprendido a utilizar menos jarabe en sus cócteles, incorporando el uso de sodas y cordiales, los cuales han capturado su interés por su capacidad de crear sabores deliciosos con simplicidad. También ha adoptado técnicas como el Milk Punch, que optimizan el tiempo y la ergonomía en el bar. El chile (interesante coincidencia de nombre) y las diferentes sales mexicanas le han enseñado a jugar con texturas y sabores novedosos.
Carolina aconseja a los bartenders que deseen expandirse internacionalmente que se atrevan a desafiar sus límites, pero siempre con conocimiento previo sobre visas de trabajo y aspectos burocráticos. Recomienda aprender sobre otras culturas y ampliar el paladar, destacando la importancia de la actitud y el aprendizaje continuo. Sugiere ser proactivos, amables y siempre estar dispuestos a aprender y servir, ya que esto abrirá puertas y facilitará el crecimiento personal y profesional.
Carolina aspira a moverse más hacia el área de hosting, enfocándose en crear experiencias desde el momento en que un cliente entra al bar. Su próxima meta es establecer una escuela de hospitalidad para guiar a quienes eligen esta carrera, cultivando su pasión y habilidades. También está comprometida con la visibilización de las mujeres en la industria, trabajando para asegurar que su contribución sea reconocida y que haya más mujeres expositoras en eventos de Latinoamérica. Cree firmemente que nuestro trabajo es nuestra voz más fuerte y busca inspirar a más mujeres a ser referentes en el campo.
